Foto: FENIFUT
Lo importante se consiguió, Nicaragua ganó en Barbados ante un discreta Montserrat en un partido de poco brillo y donde la Azul y Blanco por momentos se complicó, por más falta de puntería que por virtudes del rival en una tarde calurosa, húmeda y trabajada para los nicas que se mantienen líderes de su grupo con marca perfecta.
Marco Antonio Figueroa se apegó a su 4-3-3 pero sorprendió utilizando a Juan Ramón Barrera como interior en lugar de Harold Medina para hacerle espacio a Luis Fernando Coronel en el ataque por derecha. El resto del once pinolero no varió, con excepción de la variante anunciada con la inclusión de César Salandia en lugar del suspendido Miguel Rodríguez. La inclusión de Luis Fernando por derecha tardó en rendir frutos pero fue, finalmente, influyente porque el diriambino generó varias opciones reales de gol.
Desde temprano fue evidente la superioridad del equipo nacional quien le costó adaptarse al calor, a la humedad y a una cancha artificial que aumentó la presión atmosférica. Nicaragua anunció rápido que venía por el partido y al 5′ se quitó la presión de encima cuando Juan Luis Pérez remató de cabeza con un cobro de esquina de Óscar Acevedo, que tiene asistencias en los últimos tres partidos, para poner el 0-1 que rompió el nervio inicial del partido. Los locales generaron una jugada de peligro en el partido, que llegó como respuesta al gol nica, pero Salandia controló el remate de Dorsett sin problemas al 9′.
Tras el susto, la Azul y Blanco creció exponencialmente pero una tarde desafortunada de Jaime Moreno evitó que se pudiera resolver el partido desde la primera parte. El “Colo desaprovechó tres opciones muy claras de gol e, incluso, erró un penal frente al veterano arquero Corrin Brooks-Meade. La primera oportunidad del atacante del SJK llegó al 12′ cuando Ariagner Smith, que se perderá el partido del lunes por acumulación de tarjetas amarillas, llegó a línea de fondo y envió una pelota que Jaime remató por fuera, al 31′ fue Luis Fernando quien generó el espacio, pero Jaime frente a Brooks no pudo pegarle bien a la pelota y esta llegó a las manos del arquero local.
La Azul y Blanco volvió a llegar con peligro antes de llegar al descanso, al 37′ con una llegada por izquierda de Ariagner Smith que tapó Brooks y al 41′ en una jugada en donde se reconoce mucho el esfuerzo del guardameta pero en donde también se debe señalar la falla de Moreno que envió la pelota justo donde Brooks realizaba su lance.
Para el segundo tiempo, Figueroa retiró a Juan y a Matías para darle espacio a Bancy Hernández y a Harold Medina para mutar a un 4-4-2 con Ariagner y Jaime en punta y con Bancy y Luis Fernando haciendo recorridos largos a los costados de Jason Coronel y Harold Medina que quedaron en la zona central. El partido no cambió de matiz porque Nicaragua fue dueña y señora de un encuentro en donde Montserrat no pudo volver a acercarse al marco de Salandia tras perder a su referente, Lyle Taylor por lesión en el partido y por expulsión para el partido del lunes.
Tras la reanudación, pareció que todo se encaminaba a marcar el segundo gol que diera el partido por liquidado. Al 47′, una mano en el área fue señalada por el panameño Leira. Jaime tomó la pelota con seguridad y, tres minutos después por la expulsión de Taylor, falló con un cobro al centro que Brooks atajó con sus pies.
El resto del partido pareció tener un único enigma que giró en torno a la cantidad de goles que Nicaragua pudiese marcar. Al 52′ intentó Jaime, al 58′ por arriba remató Smith, al 60′ lo hizo Óscar Acevedo y al 61′ Luis Fernando Coronel y todas las opciones o se fueron por fuera o fueron controladas por Brooks. A pesar de que el partido no generaba peligro para Nicaragua, porque su rival no atacaba, el segundo gol era importante para dar por cerrado el partido y la tranquilidad llegó al 72′ cuando Harold Medina frotó la lámpara al manejar la pelota desde la media cancha y, tras quitarse la marca de dos rivales, remató para poner el 0-2.
Pero Nicaragua tenía programado un último golpe para llegar con un gran empuje moral el lunes para intentar sumar 12 unidades y al 90+3′ Harold filtró un balón perfecto que Jacob Montes no falló para establecer el 0-3 final que, con poco brillo, nos mantiene en la zona alta y nos permite pensar nuevamente en Liga A. Quizá no fue bonito, pero se ganó que era lo importante.