Se sufrió, tal y como era esperando. Por momentos fue angustioso, como normalmente son los partidos en el Caribe, pero Nicaragua supo resolver y resistir cuando fue necesario hacerlo y pegó cuando tuvo la oportunidad de hacerlo para derrotar a la República Dominicana 0-2 para dar por encaminada la conquista del grupo que, a su vez, nos abre la posibilidad de quedarnos con el grupo.
Es posible que no fuese un partido brillante, la cancha tampoco lo permitió, pero la Azul y Blanco mostró jerarquía sobre su rival y supo sobreponerse a escenarios complejos propios de un rival con oficio y con un futuro prometedor. Figueroa sorprendió con una alineación inesperada que ofreció a una línea de tres con Henry Niño, Juan Luis Pérez y Marvin Fletes para aportar músculo ante un rival que siempre empujó con esa virtud además de apostar por Óscar Acevedo y Nextalí Rodríguez por los costados.
Nicaragua pasó apuros en los primeros minutos porque Dominicana se conectaba con Edarlyn Reyes que recibía con mucha libertad los pases de Heinz Moschel a la espalda de Nextalí Rodríguez y de Marvin Fletes y con Dormy Romero a las espaldas de Juan Luis Pérez y Oscar Acevedo. Con mucho estrés en la defensa, Nicaragua vio como Reyes sacó un disparo cruzado que salvó Henry Niño en una barrida oportuna al 2′ que tuvo como seguimiento un violento disparo de Jean Carlos López por un costado y Romero hizo lo mismo al 4′ pero Fletes estuvo atento para despejar.
Tras el vendaval de los primeros minutos, Nicaragua se asentó y empezó a crear algunas llegadas tímidas al marco rival, principalmente con la velocidad de Ariagner Smith que, al 13′, ganó una pelota en profundidad para cruzar en busca de Juan Ramón Barrera, pero César García estuvo atento para despejar. Pero la más clara de la primera parte, antes de que la Azul y Blanco definiera el partido, la tuvieron los locales que, tras combinación de Ronaldo Vásquez con Edarlyn Reyes, vieron el disparo del delantero del Always Ready irse por un lado de arco de Miguel Rodríguez. Nos salvamos y respiramos.
Marco Antonio Figueroa, que sabe leer partidos con una vocación notable, varió de su línea de tres a una línea de cuatro, lanzó a Juan Luis por izquierda y agregó a Óscar Acevedo como un jugador de ataque por ese mismo costado. La movida fue magistral y puso en jaque a los Quisqueyanos pues al 38′, Nextalí Rodríguez cobró un saque de banda rápido con Henry Niño, el mejor de la cancha, quien centró. La pelota quedó larga pero Acevedo supo levantarse, entre rivales, para prolongar la pelota lo suficiente para que Matías Belli le ganara a Luiyi de Luca con la cabeza para establecer el 0-1. Respiro, presión eliminada y mucho aire para los nuestros.
Pero los nicas no habían terminado de hacer daño y al 41′, una pelota que parecía no tener mayor impacto, fue peleada, ganada y protegida por Ariagner Smith para moverse al centro y descargar con Acevedo. La Ficha, transformado en una especie de Gareth Bale centroamericano, avanzó, controló y se cambió a pierna derecha para sacar un misil que batió a Johan Guzmán, adelantada. A congelar el partido y pensar en Barbados.
Para el complemento, poco que decir. La tarea estaba hecha desde la primera parte y Nicaragua fue muy ordenada pues no hubo necesidad de arriesgar mucho pues era Dominicana quien tenía la obligación de intentar encontrar el empate que no llegó a pesar de tres intentos que se quedaron cortos.
Los dominicanos en la segunda parte tuvieron dos aproximaciones de peligro, una con un disparo cruzado de Romero y otra, en el cierre con un remate de Azcona aunque Nicaragua tuvo una llegada más en un remate de Jacob Montes que supo tapar Guzmán para evitar la goleada.
Triunfo grande de Nicaragua de supo sazonar el mofongo para esperar con tranquilidad la visita de Barbados el lunes.
