Lyon. Francia
Una batalla por la supremacía en el fútbol femenino, dos selecciones campeonas en busca del trofeo que las haga las reinas absolutas del balompié en la final de la Copa Mundial que se realizará este domingo en el Estadio Olympique de Lyon.
Por un lado están las vigentes campeonas, Estados Unidos que llegan al último capítulo del torneo por tercera vez consecutiva, de las cuales han ganado una y perdido una. En el 2011 perdieron contra Japón en penaltis y cuatro años más tarde repitieron la misma final, solo que esta vez las dirigidas por Jill Ellis recuperaron la copa.
Nuevamente en la final, el combinado de las barras y las estrellas es la favorita para alzarse la copa, han llegado invictas al torneo y siguen manteniendo esa racha de triunfos en esta competencia.
Uno de los puntos más fuertes de la selección estadounidense es su poderosa ofensiva que mantiene una presión constante ante su rival. Su delantera estrella Alex Morgan lidera la tabla de goleo con seis anotaciones y la capitana, Megan Rapinoe cosecha cinco.
Aunque en conferencia de prensa, Rapinoe se mostró muy animada para salir como titular, todo lo definirá Ellis hasta el propio domingo cuando salgan a la cancha ante Holanda. Sin embargo el equipo no depende de las especialidades de una sola jugadora, Press fue la sustitución de Rapinoe en las semifinales y jugó con solidez, marcando el primer gol del partido ante Inglaterra.
La fortaleza de Estados Unidos se consolida en todas sus líneas, desde su arquera Naeher, una de las grandes protagonistas en los últimos encuentros del equipo. A la guardametas la acompaña su sólida defensa encabezada por Duun, O Hara, Sauerbruun y Dahlkemper.
En el medio Horan y Ertz dinamizan la pelota hacia la ofensiva, pero es Rose Lavelle, la pieza clave que arma el rompecabezas en el área. Es precisamente Lavelle otra jugadora que está en duda en el juego, debido a molestias físicas, luego que salió lastimada en la semifinales. Aunque la mediocampista se miró bien en los entrenamientos previos a la final, su titularidad también se definirá junto a la de Rapinoe horas antes del partido.
Por otro lado está Holanda, la vigente Campeona de Europa llega a su primera final de copa mundial en el femenino, y de lograr el triunfo harían historia al ganar la primer copa mundial para el fútbol holandés en selección mayor, algo que la masculina no ha logrado en sus tres finales.
Las dirigidas por Sarina Wiegman no tienen bajas en el equipo, aunque una de sus figuras en el ataque, Leike Martens está en duda por su lesión en el pie izquierdo. No obstante, la delantera extrema entrenó con sus compañeras en la concentración, y se espera que sea titular ante EE.UU.
A pesar que las leonas naranjas no han mostrado todo su potencial en la competencia, llegan invictas al encuentro, nadie las ha podido derrotar en la que va del torneo y será ante el combinado estadounidense que medirá su fuerza y peso real en el balompié femenino.
Las jugadoras al mando de Wiegman llegan a tener gran posicionamiento de la pelota, son fuertes defensivamente, con Stefani De Gratg incidente en la marca, casi una roca en la zona central defensiva y cuando esta no puede ante la presión del rival siempre está la portera como Sari Van Veenendaal, que ha sido una de las principales responsables de la clasificación de Holanda a esta final ante sus impresionante actuación bajo los tres palos.
El problema que ha persistido en el combinado naranja es que empieza tambaleante en los arranques del partido, imprecisa en los pases, principalmente cuando la pelota llega a tocar el área ofensiva, donde Miedema pierde seguridad para controlar la pelota y disparar hacia el marco.
Uno de los debates que tendrá la técnica holandesa es a quién podrá de titular en el extremo derecho ofensivo a una Berensteyn o la jugadora del Olympique de Lyon, Shanice Van De Sanden, quien tuvo una brillante fase de grupos, pero que las etapas de muerte súbita ha perdido el toque y confianza que le caracteriza.
Con Van de Donk, Groenen y Spitse en la media cancha el equipo holandés tiene la capacidad de controlar la pelota a favor y proyección suficiente para armar las jugadas que la ofensiva pueda definir.
Sin embargo, todo dependerá de corregir las imprecisiones que las han opacado en los últimos partidos, será necesario recuperar la confianza y el juego que sobresalió cuando alzaron la Eurocopa.