Se sufrió excesivamente, pero Nicaragua consiguió sellar su clasificación a Copa Oro 2023 y el ascenso a la Liga de Naciones A que, a su vez, nos permite entrar al proceso clasificatorio rumbo a la Copa América 2024. La Azul y Blanco, que vivió dos realidades en Scarborough, supo realizar los ajustes necesarios para darle vuelta al partido y abrazar el 1-1 final que nos manda, por cuarta ocasión, al torneo regional más importante.

Marco Antonio Figueroa se decidió por una línea de tres con Luis Fernando Copete, Erick Téllez y Marvin Fletes para hacer frente al rápido y fuerte ataque de los Socca Warriors. Pero el planteamiento nos complicó enormemente pues los caribeños se apoderaron de la pelota y en base a velocidad por los costados, donde Josué Quijano y Óscar Acevedo se tenían que multiplicar para poder cortar los avances de Angeron, Telfer y Winchester.

La primera mitad dejó un sabor extraño porque la vocación inicial de Figueroa fue sumisa y Trinidad y Tobago lo aprovechó al controlar la pelota y establecer los tiempos mientras la Azul y Blanco renunciaba a su filosofía a hacer lo que mejor sabe hacer desde que llegó el “Fantasma” a liderar este grupo: atacar.

Los locales, a pesar de tener un porcentaje menor en cuanto a la posesión, llegaban con profundidad aprovechando los espacios ofrecidos por nuestra línea defensiva, sobre todo porque a Óscar Acevedo le costó mucho hacer los recorridos en transiciones defensivas. Los Guerreros de la Socca avisaron primero con la punta del pie de Rundel Winchester que envió la pelota por un costado del marco defendido por Miguel Rodríguez.

Kyle Auvray nos volvió a asustar al 20′ con una llegada por la derecha, pero para nuestra fortuna, Luis Fernando Copete estuvo atento para llegar con una atinada barrida para enviar la pelota a la esquina. Mientras Trinidad y Tobago parecía ir creciendo, Nicaragua se iba encogiendo. A Serapio le pesaban demasiado las tareas recuperativas y Juan y Matías volvían a mostrar que el espacio entre ambos es muy palpable.

Pero el fútbol, como casi nunca ocurre, en este caso decidió vestirse de azul y darnos una manita. Al 26′ Jaime Moreno ganó una pelota en velocidad, Aubrey David despejó y la pelota llegó a las piernas de Kevin Serapio que controló por un momento y luego prolongó para la subida de Josué Quijano que puso un centro perfecto que fue rematado por la inspirada cabeza de Ariagner Smith. Ganábamos, sin merecerlo, en Tobago. Lamentablemente diez minutos después, el Jesús nos volvió a la boca cuando Óscar Acevedo, de manera innecesaria, derribó a Ryan Telfer dentro del área y regaló un penal que fue ejecutado por Joevin Jones para el 1-1.

Para la segunda parte, Figueroa volvió a hacer lujo de su capacidad para leer partidos y para readaptarse y mutó a una línea de 4, retiró a Copete para darle ingreso a Coronel, que fue clave al darle la estabilidad que la media cancha no encontraba, y a Barrera para que Byron Bonilla llegar a aportar su desequilibrio y Nicaragua fue otra.

Los nicas se apoderaron del control del partido, al punto que los locales no volvieron a generar una sola jugada de considerable peligro. La Azul y Blanco hizo gala de su capacidad distributiva y de su ordenada conducción y anuló a un rival que era favorito y superior. De hecho, fue tan abrumante el dominio nica que Marvin Fletes estrelló un taconazo en la base del poste y Jaime Moreno se dio el lujo de desaprovechar dos opciones frente al arquero Nicklas Frenderup.

En el cierre, el corazón se detuvo por un instante y pareció hacerse cenizas cuando Marcus Joseph marcaba el segundo gol para Trinidad y Tobago en el ocaso del partido. Pero en esta ocasión, el sufrimiento estaba superado pues el árbitro central decretó, correctamente, que la jugada estaba invalidada por el uso de la mano del atacante local.

Con el silbato final, Nicaragua se lanzó sobre el Dwight Yorke, celebró la clasificación a la cuarta Copa Oro de nuestra historia, a la Liga de Naciones A y al proceso de clasificación a Copa América y cantó “Palo palo palo bonito palo eh, eh, eh, eh, a Copa Oro otra vez”.