Elna Dixon es la única entrenadora de fútbol en Nicaragua que tiene las licencias máximas en este puesto deportivo: UEFA Pro para dirección técnica y también como preparadora de porteros, otorgada por la Real Federación Española de Fútbol (RFEF).
“Me fui a perseguir mi sueño en octubre de 2012, después de haber hecho una pausa en el deporte. Aunque nunca me desvinculé del fútbol.
Busqué la manera de conseguir una licencia de entrenadora. Mis opciones eran México y España, y finalmente me decidí por España, precisamente por haber sido el último campeón del mundo”, relata Dixon.

En el campo de juego es la máxima autoridad del equipo nacional. Dirige, se arriesga a tener un juego más ofensivo, no pierde de perspectiva en qué elementos pueden ser útiles en su esquema de juego, pero lo más importante transmite seguridad y confianza a las jugadoras.
Para los Juegos Centroamericanos de 2017, realizados en Managua, el combinado femenino hizo historia y ganó la medalla de plata frente a las costarricenses. Fue un partido muy reñido, en el cual las nicaragüenses mostraron notorios avances en calidad y dirección de juego.
CONTRA LOS ESTEREOTIPOS Y EL MACHISMO
Frente a los logros conseguidos y mujeres como Dixon que tienen la máxima preparación con una selección, el balompié femenino sigue enfrentándose ante obstáculos y estigmas sociales, como el machismo.
“El machismo no solo se vive en Nicaragua, pasa a nivel mundial y por ejemplo en nuestra confederación tienes ligas como México y Costa Rica que empiezan a llenar estadios y ese es un claro indicio que el fútbol femenil viene rompiendo esquemas”, comenta Dixon.
Ana Cate es la única jugadora nicaragüense que ha jugado una Champions League femenina en la historia del país . Cate, fue jugadora profesional del Starja Stjarnan Gardabaer de Islandia y fue parte la selección nacional de Nicaragua.
Ana jugó 66 partidos y acumuló 16 goles en la máxima división y un total de 110 partidos en la liga de campeones de este país europeo. Acumuló 11 partidos con Stjarnan en la Champions y 10 partidos con la Selección Azul y Blanco. Ahora retirada de las canchas pero con una formación especializada en preparación física, Cate explica que aunque se avanza un poco en cuanto a la popularidad y aceptación de este deporte en mujeres, aún falta mucho para que haya un trato igualitario.
“Creo que todavía existe el estereotipo de que el fútbol femenino no es tan emocionante como el masculino. Por supuesto, siempre ha sido frustrante ver la diferencia entre los juegos masculinos y femeninos, independientemente de la cantidad de jugadores increíbles que teníamos en nuestro equipo. Siempre fue una batalla conseguir el mismo tratamiento que los hombres, ya fueran uniformes nuevos o trajes de calentamiento, comidas antes de los juegos, masajes, fisioterapeutas, lo que sea. Siempre nos trataron un poco menos”, explica Ana
Para Janyeska Sequeira, periodista de deportes y ex jugadora de fútbol los estereotipos siempre han sido constantes, principalmente por los prejuicios que se tiene de las jugadoras, pero que se van rompiendo de manera paulatina cuando se encuentra primeramente el apoyo y aceptación en el circulo familiar.

“Los estereotipos son los mismos de siempre o sos marimacho o sos lesbiana. Pero cuando ves a una mamá o un papá llevando a sus hijas a practicar o a verlas jugar, ese tipo de estereotipos van desapareciendo. Creo que eso también está en nosotras, el repetir ese tipo de comentarios refuerza ese mensaje que nos han querido imponer. Y por eso aplaudo a las jugadoras que a pesar de lo que puedan pensar de ellas siguen poniéndose los tacos y haciendo goles. Allí es donde le das un puntapié a los estereotipos”, considera Janyeska.
LA BRECHA SALARIAL
Una de las actuales batallas en el fútbol femenino mundial es el abismo salarial que hay entre hombres y mujeres en este deporte.
Alex Morgan, actual jugadora del Tottenham Hotspur de Inglaterra y dos veces campeona mundial con la Selección de Fútbol de Estados Unidos, es una de las mejores jugadoras de la actualidad. Según la revista Forbes, Morgan acumuló casi 500 mil dólares en el 2020 siendo la mejor pagada en la categoría femenil, pero su salario anual está por debajo de lo que tiene Messi al año:104 millones.
La Selección estadounidense ha ganado 4 veces la Copa Mundial Femenina, y por jugar un amistoso reciben una bonificación de apenas 16 mil 538 dólares, en cambio la masculina que no ha conseguido ningún logro relevante a nivel global tiene un bono de 70 mil 250 dólares.
A pesar de las diferencias abismales, la batalla salarial ha ganado en campos como Noruega y Finlandia donde la federación ha votado a favor del salario igualitario entre los jugadores profesionales masculinos y femeninos. Este aspecto corresponde a una tarea de cada federación asociada en crear los panoramas y reglas para que las jugadoras al menos de la selección reciban iguales bonificaciones que los hombres.
En el caso de Nicaragua, las jugadores no reciben una paga por sus servicios en los clubes de la liga local y sus bonificaciones no son mismas respecto a la de los hombres en la selección. Se vive más por el amor al deporte, a la camiseta que defienden que por el apoyo económico que puedan conseguir.
Sheyla Flores, es la mejor jugadora del país, este año recibió la orden Alexis Argüello por ser una de las atletas más destacadas. Ha jugado en Saprissa Femenino de Costa Rica, en El Salvador y actualmente pertenece a la filial femenina del Real Estelí. Flores tiene el récord nacional de más goles anotados en una temporada y con la selección nacional, posee dos medallas en Juegos Centroamericanos y una clasificación a un Pre Mundial Sub20.
Entre tantos galardones y récords conseguidos, el salario de la mejor jugadora del país se reduce a una bonificación menor al igual que otras de sus colegas. Algunas como las que militan en la UNAN-Managua, por ejemplo, obtienen becas universitarias, mientas que Juan Barrera, capitán de el “Tren del Norte” de Estelí recibe un aproximado a los cuatro mil dólares mensuales.

Lo mismo se extiende a las directrices técnicas. Elna Dixon con credenciales UEFA pro, y la única en el país en tenerlas, gana mucho menos que su homólogo, Juan Vita, psicólogo deportivo de profesión y actual director técnico del equipo masculino, quien recibe entre dos y cuatro mil dólares al mes, según especulan algunos cronistas deportivos.
LA BATALLA POR GANAR MÁS ESPACIO MEDIÁTICO
Janyeska Sequeira tiene más de 15 años escribiendo del balompié femenino. Ella explica que el espacio mediático suele ser limitado y se le da menos importancia, aunque los logros sean mayores que los conseguidos por los varones.
“Parece increíble que aún en este tiempo con tantos logros en el deporte de las mujeres cueste que les den la importancia que se merecen y es una cuestión de mentalidad y de las concepciones arcaicas que aún encontramos, y eso sigue prevaleciendo aunque ganes 8 medallas olímpicas”, explica.
La falta de información y mejorar los canales de comunicación de la federación y directivos de clubes hacia los medios es otro de los factores que se deben mejorar para que la difusión del fútbol femenino sea más amplia.
“A pesar que se han dado grandes pasos no hay un canal de comunicación adecuado ni con la federación ni con los equipos. En ese sentido la federación tiene el deber de trabajar más en ese campo”, considera Janyeska.
Pablo Coca Peñalba, es periodista en deportes, y fundó el sitio digital NicaFutFemenino. Este es el único medio que realiza una cobertura completa de la competición de la liga y selecciones nacionales femeninas de Nicaragua.
“La otra parte es que por ejemplo en nuestro país, son las mismas mujeres cronistas quienes se interesan en el deporte femenino y si no hay, pues este también desaparece y se puede constatar fácilmente”, admite Sequeira.
¿SE HA MATERIALIZADO EL APOYO DE FIFA?
Durante la Copa Mundial Femenina Francia 2019, la Federación Internacional de Fútbol y Asociados (FIFA) aprobó un presupuesto de un mil millones de dólares para el desarrollo de fútbol femenino que será distribuido a las 211 federaciones asociadas.
Dalila López, ha sido la encargada del área femenina en la Federación Nicaragüense de Fútbol (Fenifut) desde hace más de 15 años. Durante su gestión ha hecho valer el posicionamiento de las féminas en las selecciones nacionales, y aunque falta mucho por profesionalizar de la liga local, ya se han otorgado las licencias para los más de 26 equipos que hay entre la primera y segunda división.
Este año, la Fenifut logró materializar su primera escuela de fútbol femenino, gracias al aporte de 50 mil dólares de ayuda post-covid de parte de la federación internacional. La escuela está ubicada en Managua, en la cual se desarrollará los talentos desde temprana edad.
“Del presupuesto post covid que otorgó FIFA a la Fenifut que fueron 50 mil dólares, se logró abrir la primera escuela de fútbol femenino. Con esto aperturamos la escuela durante un año con todo el material adecuado para 90 niñas. Empezamos con la academia piloto y tenemos una apertura de una academia exclusiva para niñas en las que hay ya establecidas las de varones, estamos hablando de una academia por departamento”, asegura.

López explica que dentro de los proyectos en marcha están las capacitaciones a jugadoras sobresalientes para que sean entrenadoras con licencia de COCACAF. Recientemente la federación ha formado a 17 mujeres con Licencia E para entrenador.
“ También se proyecta ayudar a las jugadoras más sobresalientes en el fútbol nacional, aprovechando que ya las conocen este deporte para hacer carrera con licencias de Concacaf. Entre las que hemos seleccionado está Martha Silva, Lorena Gutiérrez, Karina Orozco”, señala.
“Otros de los proyectos es el “FIFA forward” que cuenta con un presupuesto de 50 mil dólares, el cual está orientado para el desarrollo, inicio realización de campeonatos nacionales U13, U15 y U17 para el próximo año y todas nuestras selecciones nacionales para año y medio”. Agrega.
Con fondos limitados, el área femenil logra solventar los gastos para la cantidad de proyectos y actividades que se desarrollan en el país, aunque siguen solicitando a la FIFA proyectos que ayuden a profesionalizar más el fútbol de mujeres. Aunque la federación internacional destinó millones de dólares, al menos su distribución en cada federación no ha sido lo suficiente, es evidente que se necesita más apoyo para que el tema del fútbol femenino no solo sea relevante cada cuatro años durante la copa mundial femenina.